
Invierno
Y al otro lado de la ventana, nada de nada, blanco desolador. No levanto nunca persianas ni cortinas. Detrás de la puerta, cero. Negro pertinaz de inexistencia. ¿Para qué abrir el pestillo? Pero aún está la mirilla que olvidé tapar en su momento y el vacío me observa desde ella. Este tiene un poder succionador que tira de mí y a veces casi consigue arrastrarme. Me evado leyendo frente a la chimenea apagada. Poco tiempo. Casi siempre me levanto y pego el oído al tabique intentando oír algo pero sólo consigo una mejilla helada. Y es que desde que la emparedé, el frío es insoportable.
Torcuato González Toval
ooohh!!! yo también quedé helada con la última frase!
ResponderEliminarabrazos Torcuato
Es que lo de emparedar no es tan determinante como podríamos suponer. Siempre genera nuevas expectativas.
ResponderEliminar"Negro pertinaz de inexistencia" Ufffff!!!
ResponderEliminarUn final helador como esa pared. Me ha gustado Torcuato.
Besos desde el aire
Sorpresa final demoledora!! Un buen micro Torcuato, muy bueno.
ResponderEliminarUn beso
Uf, qué negro y frío se siente todo cuando hay alguien entre pared y pared, que no existe...
ResponderEliminarUn abrazo, Torcuato.
Apa Venís afiladísimo, Tor últimamente! Muy , muy bueno! Saludos van!
ResponderEliminarMe imagino que la peor pesadilla de un asesino debe venir después del crimen, la conciencia debe ser muy cruel con ellos.
ResponderEliminarMuy bien llevado, Torcuato, y bien resuelto, sin dudas.
Un abrazo.
HD
Si yo fuera ella, me levantaba y le pegaba cada noche unos cuantos gritos para hacerle sufrir o morir de miedo...
ResponderEliminar¡Genial, Torcuato!
Un abrazo.
Que bien transmitida la desolación, el abandono, la soledad del personaje... ¡Sufrimos por él! Para, con un quiebro inesperado, presentarnos su verdadera personalidad: nos estampas contra la realidad.
ResponderEliminar¡Muy bueno!
Saludos, Torcuato
Bárbaro Torcuato, también me helé junto a esa pared, qué final de terror... Tremendo tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo desde mi mar,
Congelada me has dejado. Me he tocado la mejilla por si acaso estaba helada. Me ha gustado un montón. Te invito los jueves a media tarde o los viernes a visitar mi entrada dedicada al Rec, donde publico el micro con el que participé.
ResponderEliminarEl ganador de esta semana ha sido un super-hiper-breve.
Un abrazo.
Torcuato:
ResponderEliminarYo creo que le asaltan los remordimientos. A ver si rompe la pared y todavía no es demasiado tarde...
Salu2.
Impactante y fectivo relato.
ResponderEliminarHelado final, Torcuato :-) me ha gustado
ResponderEliminarCreo que con distinto espacio pero emparedó a ambos. Estupendo.
ResponderEliminarPensé en Poe.
ResponderEliminarMuy duro, muy bien contado.
Yo también me quedo con la interpretación de Cybr. La culpa lo ha dejado también a él emparedado. ¿O estarán los dos muertos?
ResponderEliminarsaludillos
Torcuato, mucha soledad le ha vuelto loco o estaba loco antes de quedarse solo. Si encima le unes que agarra el gusto por emparedar a la gente... o es por eso que está así. Muchas preguntas para llegar a un estado de locura, que es lo que yo veo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola a tod@s, dejo aquí una nota para invitaros a participar en la selección de los mejores blogs especializados en el género del microrrelato. Las votaciones se llevarán a cabo en mi blog hasta el próximo 20 de junio 2012. Y los resultados se publicarán el 21, Día Internacional del Microrrelato.
ResponderEliminarUn cordial saludo,
PABLO GONZ
Ohhhhhhhh, qué frío pero menos mal que estamos en primavera,por favor abre las ventanas que entre aire nuevo, calentito y se lleve ese hedor...
ResponderEliminarBesicos.
Así siempre la tendrá cerca...
ResponderEliminarEs buenísimo, Tor. Me encantó el giro final que no lo ves venir pero está ahí.
ResponderEliminarPar de abrazos.
Joder, me ha encantado. De los que a mí me gusta, donde Poe ronda por la oscuridad. Me da escalofrío ese tío leyendo ante la chimenea apagada junto a su amor emparedado. Joder, joder, brutal, que no me voy a poder quitar esas imágenes tan potentes de la cabeza en todo el día. Enhorabuena.
ResponderEliminarCuando la conciencia no está tranquila, se siente mucho helor, como esa mejilla que se acerca a una pared...Ufff!!! siento el frío en la mía...Muy buen micro, felicidades Torcuato..besicos
ResponderEliminarMuy bueno, Torcuato. Ese giro final me deja helada, totalmente inesperado.
ResponderEliminarBesitos
No sé.
ResponderEliminarEs cosa de adaptarse.
Al ermitañismo no se le encuentra el chiste de la noche a la mañana.
Un abrazo.
Buah, formidable. El vacío me observa desde la mirilla, buah. Y ese final, buah...
ResponderEliminarMe alegro de haber venido.