
Prolegómenos de una partida de ajedrez con un obseso compulsivo.
Blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro. Torre blanca, caballo blanco, alfil blanco, reina blanca, rey blanco, alfil blanco, caballo blanco, torre blanca, peón blanco, peón blanco, peón blanco, peón blanco, peón blanco, peón blanco, peón blanco, peón blanco, torre negra, caballo negro, alfil negro, rey negro, reina negra, alfil negro, caballo negro, torre negra, peón negro, peón negro, peón negro, peón negro, peón negro, peón negro, peón negro, peón negro.
Está todo en orden. Juguemos…Espera, espera, no estoy seguro.
Blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro…
Torcuato González Toval
La duda...
ResponderEliminarSaludos, Torcuato.
Torcuato:
ResponderEliminarUna tipo así de maniático da miedo.
Salu2 sin mate.
Esbozas perfectamente el sentimiento de un T.O.C.; Torcuato, la duda eterna, la inseguridad perenne, la falta de razones.
ResponderEliminarGran micro.
Un abrazo,
Como no sé jugar al ajedrez no te puedo ayudar, así que siga la duda...
ResponderEliminarBesicos
Yo tampoco se jugar, nunca lo he intentado, por eso no he entendido la entrada, pero estar siempre con la duda debe ser de locura.Un beso de buenas noches.
ResponderEliminarBuenísimo, Torcuato!! Acaso me viste acomodando los caballos mirando adelante y los peones en línea perfecta con los ojos al ras del tablero? tsss Saludos van
ResponderEliminarNo creo que pase de los preliminares y casi mejor, no me lo quiero imaginar jugando. Huy, no, que eso es imposible!!
ResponderEliminarEs muy malo, pero así consigue acabar en tablas... por no aguantarlo.
ResponderEliminarNo quiero ni pensar cómo se desarrollará esa partida si es que algún día consiguen comenzarla.
ResponderEliminarMuy bueno, Tor.
Un abrazo.
Para matarlo. Menos rollo y al lío.
ResponderEliminarAbrazos de reinona.
Uy... jeje un poquito indeciso.
ResponderEliminarUn saludo
jajaja así yo también juego al ajedrez, y a las damas, el parchís es un poco más fácil.
ResponderEliminarSaludillos
jajjajaa menuda tela, la partida será interminable y desesperante de verdad ¿no?
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Jugar contra el es fácil, duda tanto que es predecible.
ResponderEliminarPero el relato magnifico.
Saltos y brincos
¡JAJAJAJA! ¡Buenísimo micro que podría hacerse extraMACRO! :]
ResponderEliminarUna partida desesperante (excepto para otro jugador obseso compulsivo, en cuyo caso sería una partida eterna e infinita) :]
¡mUCHos salUCHos! :]
Blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro...
ResponderEliminarSaludos
J.
Original, neurótico. Abrazos.
ResponderEliminarBUAAAH, qué horror jugar con una persona así.
ResponderEliminarUn relato compulsivo, y como dice Agus, muy original.
De qué manera tan original pintas perfectamente a ese personaje.
ResponderEliminarY cuando empezó la partida, ganaron las grises.
ResponderEliminarMuy bueno.
Que fuerte. Esas repeticiones y ese final circular muestran el encierro.
ResponderEliminarValoro la oasadía y el desafío gramatical que encierra el relato.
ResponderEliminarSaludos.
Para mí, lo mejor de este relato es la idea que has plasmado y llevado a cabo con esa exactitud de cuadros y piezas, sin caer en los puntos suspensivos al inicio. Por otro lado, Torcuato, estoy retrocediendo en tus escritos porque escribes poco.
ResponderEliminarNo sé si tirarte ya un jaque mate o enrocarme. Saludos.
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