Microrrelatos y todo lo demás

Comentar es lo que le da vida a los blogs

No pasa nada si no comentas pero si comentas sabré que has venido y has leído lo que escribo. En definitiva, me sentiré acompañado.

Torcuato

jueves, 30 de diciembre de 2010

Revolución

Revolución

La gran revolución levantó al pueblo el día de la lotería, coincidiendo con la epidemia que provocó la pérdida de voz de todos los niños.

Torcuato González Toval

martes, 28 de diciembre de 2010

Colada.


Colada.(*)

La mujer hacendosa nunca vaciaba los bolsillos antes de lavar los pantalones. Los ojos del marido se mojaron como el décimo premiado.


(*)Gracias Toro Salvaje

Texto: Torcuato González Toval.

Ilustración: Lapendeja - http://thependeja.blogspot.com/



Micro finalista concurso 140 de la revista digital El Cultural. El tema era la Lotería.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Mudito.

Mudito

De niño le regalaron un vídeo de los hermanos Marx junto a unas castañuelas y ahora, de mayor, se preguntan por qué nunca ha hablado.

Torcuato González Toval


jueves, 23 de diciembre de 2010

En pena


En pena.

Hazlo, o me verás todas las noches.

Texto: Torcuato González Toval.
Pintura: Susana de Artaza - http://sal.artelista.com/

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Caer en gracia


Caer en gracia.

El dueño de aquel décimo de lotería les caía simpático, por eso, los números alteraron su orden mientras oían el sorteo.

Torcuato González Toval.

martes, 21 de diciembre de 2010

Pasen y vean

Hoy, soy el de la foto de aquí abajo, por culpa de mi querido Agustín Martínez Valderrama, que en su blog PREVISIONES METEOROLÓGICAS DE UN CANGREJO, me dedica una entrada. Estoy colorao. Muchas gracias, Agus.


domingo, 19 de diciembre de 2010

Sin retorno.


Sin retorno.


Aquel hombre la estaba haciendo gozar como nadie y llegó a pensar que era el mejor amante que había tenido. Al terminar, fumaron, es lo suyo, pero él no paro de hablarle con cariño mientras sus manos la seguían acariciando. Pasó la noche y por la mañana despertaron. En la calle se dirigieron al coche de ella. Lo había aparcado junto al lugar del reciclaje. Se dieron un beso y él se introdujo en un contenedor.


Torcuato González Toval




Este Micro lo publiqué en el FILANDÓN, organizado por Alberto y Manuel. Si queréis leer el resto de micros, podéis visitar el blog.


viernes, 17 de diciembre de 2010

Haiku 10






Vi la estrella

Ya no la necesito
Estoy contigo








Torcuato González Toval

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Asesinatos oníricos


Asesinatos oníricos.

Tiempo atrás, ideé una forma de entretenimiento que me permitía sacar lo más nublado de mi ser. Utilizaba mis sueños para quitarle la vida a quien se me ocurría. Para ello, no me ocultaba, dejaba que me detuvieran sin oponer resistencia, y cuando me comunicaban la sentencia, abría los ojos. No era necesario poner recurso alguno. Me convertía en inocente de forma automática. Repetí la experiencia, matando de distintos modos, incluso una vez, tiré a un borracho desde lo alto de un puente. Hasta me busqué una bellísima abogada de pelo color calabaza, que me defendía y me entretenía. Pero esta no me contó un detalle: Me podían condenar a no despertar.

Torcuato González Toval.

martes, 14 de diciembre de 2010

Huchas


Hucha.
Tras el gran golpe contra el suelo, se vio hecho añicos y rodeado de monedas.


El fruto del ahorro.
¡Qué ilusión le hizo, después de tantos años ahorrando, poder comprar aquella gran hucha de oro macizo!

Torcuato González Toval

lunes, 13 de diciembre de 2010

Calderilla

Calderilla

Recibió insultos del gorrilla, toda la mañana sin café y multa del parquímetro. “Hijo mío, tienes que cambiar”, siempre le decía su madre.

Torcuato González Toval

viernes, 10 de diciembre de 2010

Destino


Destino

Cayó en sus manos aquel libro y lo leyó, sin saber por qué. Seguramente, estaría escrito.

Torcuato González Toval

jueves, 9 de diciembre de 2010

Desgaste

Desgaste

Recuerda a papá que baje la tapa del váter y recoja las toallas, que hasta el moño me tiene, estoy para tomar un camino, si, si, cogeré las maletas y aquí os vais a quedar, y tú, desenreda la habitación y friega el vaso del col.. a… cao, y tu her…mana que reco…ja las bra…ga…s y los li..br…os…

Torcuato González Toval

martes, 7 de diciembre de 2010

Algo de que hablar. Colaboración con la ilustradora Clara Varela.

Aquí abajo tenéis la colaboración que salió entre la magnífica ilustradora Clara Varela y un servidor. Además de verlo aquí, podéis ir a la página del proyecto en la que distintos escritores/as ya han publicado su texto basado en un dibujo de Clara. Escríbeme una ilustración.

Algo de que hablar

Apareció sin que nadie la hubiera visto antes por el pueblo y desde entonces todos la miraban extrañados. Paseaba como si nada por todas partes con aquel gran pájaro encima de la cabeza. Por los parques y las calles, sin turbarse por esos ojos que sin pestañear se clavaban en ella, ni por esas bocas que parloteaban. La gente no la aceptó, incluso en cierta ocasión un grupo de adolescentes apedreó al ave y esta salió revoloteando a media altura. La niña, sin perder la sonrisa que siempre decoraba su cara, siguió con la vista el vuelo de su amiga y sin cesar de caminar, hizo gestos con su brazo en alto que la gaviota interpretó, bajando y posándose de nuevo sobre su pelirroja melena. Las constantes habladurías pasaban de boca a oreja, e hicieron olvidar a aquel otro personaje que años atrás decidió subir al monte a vivir de forma ermitaña. Aquel, bajaba de tiempo en tiempo al pueblo para cambiar sus artesanías por herramientas y enseres. Fue uno de esos días cuando se topó con un corrillo de parroquianos, estaban cuchicheando sobre una niña de raros comportamientos. Miró entonces hacia la acera de enfrente, allí estaba en un banco de madera. La mirada del hombre se encontró con la de ella y al percibir la felicidad que transmitía su rosado rostro, le hizo sonreír. Quedó paralizado un ratito, hurgándose entre las blancas barbas y miró a las personas que lo observaban con silencio expectante.

Algo perdido en su memoria afloró: El motivo por el que un día abandonó todo lo que lo unía a este pueblo decidiendo vivir solo en el monte.

Texto: Torcuato González Toval.

Ilustración: Clara Varela

La página web de la ilustradora: www.claravarela.com

sábado, 4 de diciembre de 2010

De vuelta a casa.


De vuelta a casa

Al desaparecer la noche no amanece como de costumbre, sino que lo oscuro del cielo se torna rosa violáceo. La temperatura sube hasta niveles que ningún tipo de vida toleraría, de hecho, todo muere. No queda latido en la Tierra.
Pasan cien siglos.
Antes de la hecatombe, se desarrolló la tecnología de viajes hiperespaciales y se embarcó en el proyecto, aquel hombre solitario. Ningún familiar lo esperaría tras su periplo galáctico de dos años. Una vez aterrizado, al abrir la puerta de la nave, admira el paisaje poblado de vegetación desconocida y exuberante. En las aguas de un lago cercano, ve saltar un gran animal entre delfín y reptil. Y a lo lejos, en unas colinas, aprecia un grupo de grandes humanoides de color azul.

Torcuato González Toval

jueves, 2 de diciembre de 2010

Sinonimeando.

Sinonimeando.


¡Qué me orino! ¡Oblea!


Torcuato González Toval

martes, 30 de noviembre de 2010

Evolución inducida

Evolución inducida.

En la siesta de la selva los simios dormitan. Las madres obligan a sus pequeños a no moverse, sujetándolos con firmeza. Uno de estos, con la cabeza colgada sobre el brazo materno, a través de las ranuras de sus ojos entornados, ve como se abre una raja de luz en medio de la nada. Salen de ella tres seres altos y lampiños, con manos desmesuradamente grandes. Sin tocar el suelo, el más delgado se acerca, y rozando el brazo opresor de la mona, libera al monito. Aunque aterrorizado, los acompaña a través de la puerta. En este espacio luminoso le enseñan a vestirse y a cocinar alimentos que antes siempre comía crudos. También a acumular cosas. Tras esto, con una malévola sonrisa, lo dejan marchar.

Torcuato González Toval.


Situación controlada

Situación controlada.

Ella histérica y él intentando tranquilizarla: “Serénate, mi vida, todo va sobre ruedas”. Entretanto, el precipicio cada vez más cerca.

Torcuato González Toval


Micro finalista concurso 140 de la revista digital El Cultural. El tema era la Rueda.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Número equivocado.


Número equivocado

No lo había pensado demasiado, pero eligió el número cinco que fue el primero que se le pasó por la cabeza, calva y reluciente, recién afeitada. Sus botas y las de sus colegas patearían al quinto indigente con el que se cruzaran. Dos calles más allá, el hombre sucio y harapiento acababa de encontrar algo para vender. Tuvo suerte, le pagarían bien por este hallazgo. Cuando poco después, el grupo de rapados le lanzó el primer insulto, pensó que luego vendería el arma, pero descargada.

Torcuato González Toval.

viernes, 26 de noviembre de 2010

El coleccionista de miradas


El coleccionista de miradas.

Amaba su colección. Todas las mañanas, después de desayunar, entraba en el gran salón donde la tenía expuesta, y paseaba lentamente la vista por los frasquitos. Los ojos azules, pardos, grises, verdes, lo miraban desde dentro del formol y le recordaban el cazador en que se convertía al caer la noche, el que salía buscando presas a las que arrancar sus miradas con maestría de cirujano. Los policías lo encontraron muerto en la sala de la macabra exposición. Al leer en voz alta la nota que sujetaba, miraron al fondo, al lugar privilegiado donde estaba el gran frasco, vacío, como las cuencas de sus ojos.

Torcuato González Toval

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Extraños en la noche


Extraños en la noche.

Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada, y estoy seguro que anoche la bajé. Se han vuelto a colar en la casa mientras yo dormía sin percatarme de nada. Es ya una costumbre. Al principio me sorprendí de que tuvieran los mismos hábitos que me reprochaba mi pobre María, que en paz descanse. Pobrecita, su corazón no aguantó ese despertar viéndolos merodear entre las sombras. Y aunque les tengo mucha rabia y rencor, hacen que la recuerde: Cuando me visitan, voy a trabajar con el pañuelo que ella me regaló. Es perfecto para taparme el cuello.

Torcuato González Toval

Experiencia laboral


Experiencia laboral.

¿Referencias? Preguntó el encargado del matadero al verdugo en paro.

Torcuato González Toval

martes, 23 de noviembre de 2010

A ver si ahora


A ver si ahora.

Rememoro los detalles una y otra vez.

Torcuato González Toval.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Ese caminar.


Ese caminar.

Lo que no soporto de mi pareja es su manera de caminar. Me encantan sus desayunos, preparados con amorosa anticipación a mi despertar. Los acompaña con una rosa cortada antes de que se evaporen de sus pétalos las gotitas de rocío. Pero esa forma de andar me desatina. Adoro como me llena el cuerpo de besos mientras de sus labios se escapan estrofas de los más bellos poemas. Es guapo, atlético y varonil y con sus fuertes brazos hace que vuele hasta su preciosa motocicleta con la que me pasea por paisajes que sólo él conoce. Hace poco se cayó de ella. Lo quiero, pero, ¡se le quedó un andar mas tonto!

Torcuato González Toval.

Fotografía: http://foto.microsiervos.com/fotografos/5000-imagenes-primeras-epocas-fotografia.html

jueves, 18 de noviembre de 2010

1 de Noviembre del veterano.


1 de Noviembre del veterano.

Llegaba la noche de los difuntos y el viejo militar, condecorado de guerra, se preparaba a recibir a los que, mucho tiempo atrás, pasó por las armas. Ellos eran más generosos y se conformaban con no dejarlo dormir una vez al año.

Torcuato González Toval

Estocolmo

Estocolmo

A mi me empiezan a entrar dudas. Desde esta cama veo las flores del jardín, me evocan el día que le comuniqué que me iba y, entonces, me trajo un precioso ramo de rosas. Soy un pajarillo indefenso y tú eres mi cielo, sin ti no soy nada, me dijo con las lágrimas a punto de asomar. Con eso dejaba de cuestionarme otras posibilidades. ¡Es tan dulce y detallista! Vendrá dentro de poco y esta enfermera le pone ojitos. Espero que termine pronto de cambiarme las vendas de las costillas y me traiga un espejo.

Torcuato González Toval

Ilustración: Se la página http://jjaraa.blogspot.com/

miércoles, 17 de noviembre de 2010

A pares.


A pares.

Diariamente recibía dos cartas de amor. Una de las cuales, la escribía ella misma, en previsión de que su anónimo enamorado muriera.

Torcuato González Toval


lunes, 15 de noviembre de 2010

Malas influencias.


Malas influencias.

Era una noche oscura y tenebrosa. De repente vi a un hombre lobo esconderse detrás del buzón. Poco antes, al salir de la discoteca, me piropearon cuatro vampiros, que casi me atropellan con su furgoneta. Llegué a mi puerta, la llave se convirtió en murciélago que voló y se enredó en mi cabello. Ya arriba, mirándome las ojeras, le prometí al fantasma del espejo que cambiaría mis amistades.

Torcuato González Toval.

domingo, 14 de noviembre de 2010

En tres actos.


En tres actos.

¡Eres una tortuga! ¡Contigo nunca llegaremos! Fin. Lluvia de aplausos. La obra fue magnífica, un alegato sobre el amor. Al encender las luces noté que alguien fijaba su vista en mí, me giré y la vi. Su forma de mirarme era indicio de su interés, no sé, me doy cuenta enseguida de esas cosas. Muy joven y bella, pero tenía ese algo, como una sabiduría en el rostro que sólo se adquiere con la edad. Era perfecta. Tras unas palabras hábiles de presentación hice que se desprendiera de sus acompañantes, cenamos juntos y después, champán y hotel. Ya dormida la observé, serena y dulce. Até un calcetín a otro y con ellos rodeé su cuello. No sufrió, señor Juez.

Torcuato González Toval


Este relato participó sin éxito en el Concurso Microrrelatos de Abogados de Octubre 2010.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Dar cera

Dar cera.
Saqué brillo a su coche y lució como el sol, pinté docilmente lo que me ordenó. Ahora a esperar que me enseñe a cazar moscas con palillos.

Torcuato González Toval.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Austeridad

Austeridad

Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas. Es lo único que se cambia cuando el desgaste provocado por el sudor y la roña hace que ya no se lea el nombre. La ropa y zapatos se dejan más tiempo e incluso, cuando no están demasiado deteriorados, pueden servir para nuevos huéspedes. Estos vienen fuertes y saludables. Son los que cavarán los grandes fosos.


Torcuato González Toval


Y este es el otro relato que presente a Relatos en cadena de la SER

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Donde las dan las toman.


Donde las dan las toman.

Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas. Es un impulso irrefrenable que tengo desde que ví a los niños del paritorio dentro de sus cunitas. Por eso, aunque parezca macabro, trabajar aquí me hace feliz. Es como ser cómplice de mi mismo, ser Dios. Ciertamente, se ha convertido en una gran pasión. Pero no es la única que tengo, también adoro el baloncesto. Disfruto como un enano, y nunca mejor dicho: Liliputiense, me llamaban en el colegio, eso desde que nos mandaron leer “Los viajes de Gulliver”. En cambio, mi hijo si que llegará lejos encestando. Tiene quince años y ya pasa del metro noventa y cinco.

Torcuato González Toval.


El anterior microrrelato lo escribí haciendo un juego de continuación al magnífico texto de Manuel Nicolás Andreu que fue el Ganador del 14/10, semana 5 del concurso Relatos en cadena de la Ser. Pichad AQUÍ para leer el relato.

Participé con otro que publicaré otro día. Gracias a todos.

A la caza


A la caza

Subidos en jirafas, nos dirigimos a la búsqueda y caza de los pájaros gigantes. Estos animales, días atrás, arrasaron nuestro poblado. Tres lunas sin apenas descansar y por fin uno de los soldados alerta al resto. En tierra, carbonizado, está el ejemplar más grande que ninguno haya visto. Algo le atacaría mientras volaba, digo, y al caer se provocó una profunda herida. Entramos por ella y con enorme pena descubrimos, dentro del estómago de la bestia, a otros, recién devorados.

Torcuato González Toval

domingo, 7 de noviembre de 2010

Haiku 9

Al horizonte
La mirada dirijo
Olvido el hoy


Besos y roces
Sutil comunicación
Sobran palabras

Torcuato González Toval

viernes, 5 de noviembre de 2010

El deje


El deje

Me voy de caza, dijo el sevillano a su mujer, harto de comida vegetariana.

Torcuato González Toval.

El gran proyecto.

El gran proyecto

Tenía que terminar lo que estaba haciendo. Ya había pasado un cuarto de hora desde que, cansada de vocear, no lo esperó y cenó sola, como tantas veces en los últimos meses, desde que él empezó su gran proyecto. Conocía sus “ya voy”, “un momento” y los “ahora mismo”. También sabía que eran contestaciones soltadas por la boca del autómata en el que se había convertido su esposo. Meses sin cenar con él, sin dormir con él, sin hablar, sin vivir con él. “¡Ya está! ¡Lo logré!” Dijo satisfecho al tiempo que se oía el golpe de la puerta de la calle. Su proyecto, en el que invirtió tanto tiempo y energía, llegó a su fin.

Torcuato González Toval.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Planificación femenina.

Planificación femenina.

Te elegí al azar porque tú lo programaste.

Torcuato González Toval


Impulso estéril

Impulso estéril.

He colocado las manos. Los meñiques encima de la A y de la Ñ, los anulares en la S y la L, los corazones sobre la D y la K y a los índices les adjudico la F y la J. La barra espaciadora para los pulgares. Bueno. La intención es lo que cuenta. Mañana lo intentaré de nuevo.


Torcuato González Toval

lunes, 1 de noviembre de 2010

Gustos culinarios


Gustos culinarios

Hay un nuevo restaurante en mi barrio y ayer pasé por allí. Era la inauguración e invitaban a comer el plato de la casa. Al entrar me gustó la decoración elegida por la dueña, una gran tarántula. Me acomodó en una mesa con vistas a la plaza y el ambientador lo impregnaba todo con un olor a boñiga de vaca que me hizo rugir las tripas. Con una de sus ocho patas posó la bandeja sobre mi mesa y con otra levantó la tapadera. “Revuelto de moscas a la petite creme”, dijo la araña con acento francés. En fin, hay que probar de todo, aunque en mi familia preferimos la sangre de perro.


Torcuato González Toval

sábado, 30 de octubre de 2010

Vienen buenos tiempos

Vienen buenos tiempos.


Parece que vienen buenos tiempos

Me lo han dicho por ahí

Y yo lo noto. Lo huelo en el viento

Cae la lluvia dulce y serena

Y da gusto mojarse

Parece que no tardarán en venir

Lo veo en las flores

Que nacen en las grietas del asfalto

En el verde de las frondas

Hasta en la sonrisa tenue pero sincera

De todos

Buenos tiempos y buena gente

No necesitaremos más enseñanzas

Solamente recuerdos luminosos

Sin tiempo ni espacio.


Torcuato González Toval.

jueves, 28 de octubre de 2010

Hogueras.

Hogueras.

Los parroquianos de San Juan esperaban con ansiedad que llegara su noche, pero este año lloraban al ver las llamas en el monte.

Torcuato González Toval

miércoles, 27 de octubre de 2010

Sin pilas

Sin pilas.

Bailé hasta que caí agotado. Antes de que el niño se diera cuenta, quité la llave de mi espalda y la escondí.

Torcuato González Toval

Pintura de Mauro Forcadell

martes, 26 de octubre de 2010

Envidia

Envidia

Todo el público abucheaba al primer bailarín, mientras, el segundo saludaba sonriente, agarrando con fuerza el sobre de laxante.

Torcuato González Toval.

domingo, 24 de octubre de 2010

Oculta ruptura

Oculta ruptura.

No era un fantasma quien surgió entre la niebla. Era otra vez él. Desperté sobresaltado y sudoroso al volver a soñar que era niño y que aquel hombre del grueso jersey paseaba al otro lado de la verja que circundaba el colegio, rodeado por una boira misteriosa. Lo intrigante de esta pesadilla es que ninguno de mis compañeros lo ve. Solamente yo lo miro y él me mira a mí. Fijamente. Entonces despierto llamando a mi madre. Ella murió hace exactamente diez años y ahora estoy sentado con la vista fija en las flores que he dejado en su lápida. El cementerio estaría desierto si no fuera por el anciano del grueso jersey que se sienta cerca de mí. Él también mira las flores.


Torcuato González Toval.

Foto: http://soledadfelloza.com/la-caja/

jueves, 21 de octubre de 2010

Conversión.

Conversión.

Su garganta expulsa un agudo chillido. Después, el monito arranca de su costado el dardo impregnado con curare y cae como una piedra al suelo de la sabana. El certero cazador, hinchado de orgullo, se dispone a agarrar su presa. Entonces ve la estampida de jirafas y su sonrisa se convierte en mueca. Su primer pensamiento es que el susto de estas ha sido provocado por el gran pájaro de hierro que volaba hacía poco, pero el terror se adueña de todo su ser cuando en el horizonte ve aparecer al gorila gigante. Cuando se recupera del pasmo, corre endiabladamente. Todavía en el suelo, el mico aprovecha la oportunidad y sube de un salto al gran baobab. Quizá la dosis envenenada no había sido suficiente, aunque a él le viene muy bien y se recupera totalmente. Tras la gran rama ve pasar al gigante. Cuando este desaparece promete que no volverá a burlarse de los adoradores del Gran Kong.


Torcuato González Toval

miércoles, 20 de octubre de 2010

Nubes blancas.

Nubes blancas.

¡Mira! ¡El cielo está lleno de madres!

Torcuato González Toval

martes, 19 de octubre de 2010

Vendimia

Vendimia
No te conseguía, por lo que vendimié tu corazón, tu alma, tu mente y bebí tu esencia.

Torcuato González Toval.

domingo, 17 de octubre de 2010

Comida de domingo.

Comida de domingo.

"Otra vez paella." Me han estado diciendo durante todo el camino, mis hijos y mi mujer. Y tan nervioso me han puesto que casi me estrello con la ambulancia que me ha adelantado. He de reconocer que tienen razón. Se hace pesado comer lo mismo todos los domingos. No hay manera de que mamá haga otra comida. Dice que es en honor a papá. Él adoraba ese plato. Aunque seguramente, también se hubiera hartado de tanto comerlo. Cuando mi hermana nos ha abierto la puerta, su rimmel corrido, me ha dicho que hoy no comeremos paella.

Torcuato González Toval

viernes, 15 de octubre de 2010

Prejuicios.


Prejuicios.

Quedó ciego y a partir de ese momento no volvió a mirar a quien se le acercaba.

Torcuato González Toval.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Reacciones

Reacciones.

Algunos lloran cuando reciben la noticia que vamos a darle a Ruperto. Observamos atentamente todo el proceso de reacciones. Para ello tenemos instalado todo un equipo de la más alta tecnología: Cámaras, micrófonos y sensores de temperatura entre otros. Bien. Comienza la prueba. Nuestro enviado llama al timbre y nuestra cobaya no tardará en abrir. Ya ha abierto. Le da el sobre…, lo abre…, va leyendo.., se detiene. ¡Atención! Los aparatos miden un cambio brusco de temperatura corporal y vemos un endurecimiento expresivo. ¡Mirad!…¡Ha sacado una navaja y se la está clavando! ¡Dios mío! ¡Ha matado al mensajero!

Torcuato González Toval

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

I Concurso de microrrelatos El Microrrelatista 2011

Para saber de que va la cosa pinchad AQUÍ y si queréis comentar cualquier cosa, me lo comentáis en elmicrorrelatista@gmail.com.

Acabó el plazo, el día 10 de marzo se podrán leer todos los micros presentados a concurso.

El Microrrelatista

Genial ilustración de Daniel Galantz, cedida para la cabecera de El Microrrelatista.

Lectura de micros en La Palma, contra la violencia doméstica.

Aquí abajo tenéis un enlace de un trabajo de titanes realizado por Ana Vidal, mi querida Anita Dinamita del blog Relatos de andar por casa. El día 25 de noviembre se celebró el día contra la violencia de género y Ana, en su isla, La Palma, movió cielo y tierra para organizar una lectura de microrrelatos. Tuve el honor de ser uno de los elegidos al lado de otros magníficos textos de compañeros blogueros. La lectura la realizaron por orden: Salva, Ana Vidal, Pablo y Su. Estoy muy contento.

Para leer todos los microrrelatos pichad AQUÍ

El sonido es flojo así que subid el volumen a tope.

Cienmanos - Micronovela colectiva

GRACIAS POR EL PREMIO, GLORIA

EspaInfo: buscador de España

Gracias Tinta Roja.

Premio que me otorga Carmen Silza

Premio que me otorga Carmen Silza
Muchas gracias paisana

Metáforas poéticas