Verdadero y firme espacio limitado
Place verlo con estímulos del viento
Atardece otra vez
Demasiado pronto
Tu vuelves de tu estado hipnótico
Me percato ahora, no siempre
Tu rubor no es debido al calefactor del coche
Ni tu olor afrutado a perfumes de diseño
Palpitas con temor y felicidad
Por mi lo primero
Por él lo postrero
No le pongo cara al ladrón
Pero si conozco la joya dejada robar
Veo tu corazón muy lejos y mi hígado en la boca
Boca incapaz y amarga. Odiosa
Soy el ser sin estar
No estoy ya aquí
¿no la veis ciega?
Torcuato González Toval
2 comentarios:
Amigo Torcuato.
Primero quiero darte las gracias por tu visita a mi blog.
Sigo bién.
Reflejando palabras reales o ficticias en este pasatiempo que no tiene otra finalidd que esa, disfrutar al leer y al escribir.
Me gusta la poesia que has puesto. Tiene, como bien describe en "mi hígado en la boca", bastante sabor a hiel entre sus versos, y eso le da un punto desgarrador que, casi se puede saborear.
Despues de tantos años, espero que tú tambien sigas bien.
Nos seguiremos leyendo, y escribiendo.
Ya sabes donde estoy.
Un abrazo.
Hola Josepe. Me alegra leerte.
Ya te he baneado.
A mi me va "bien", pero ya sabes, creciendo. Te seguiré la pista.
Publicar un comentario