Lord Acton e Irving Fisher.

"La lucha dormida latente durante siglos y que tendrá lugar tarde o temprano es la del pueblo contra los bancos"

Lord Acton (1834-1902)

Historiador y político inglés.

"Si dos individuos se prestasen dinero en lugar de pedirlo a un banco, no sería posible que este préstamo "inflase" la cantidad de dinero circulante ya que el prestamista no puede prestar lo que no tiene, cosa que los bancos si pueden hacer. Sólo los bancos comerciales y las grandes empresas pueden prestar dinero que producen por el mismo hecho de prestarlo."

Irving Fisher

Del libro "100% money" (1935)

Haikus 4

Placer y dolor

Demostrada la vida

Busco el neutro

Torcuato González Toval.

Maestro en manipulación.

Maestro en manipulación.

Voy a planificarlo todo hasta el último detalle. Haré un diseño perfecto. Como el mejor regateador del área, despistaré a cada uno de los seres y bailaran a la música por mi compuesta. El juez exigirá la personación de todos los testigos y la asistencia será total. La vista se dará por concluida cuando las pruebas hayan sido expuestas y la acusación termine de interrogar. Sabrán todos que soy culpable. Aún así, a mi señal, en la sala se oirá, alto y claro, un: “¡Inocente!”.

Torcuato González Toval

Mi turno.

Os presento este corto basado en el cuento "Mi turno" del escritor mejicano Hector Marcial Ugalde Corral. Es un análisis exhaustivo de la personalidad a través de una partida de ajedrez.

Esta realizado para la carrera de Producción y Dirección de Radio y TV de Argentina por Facundo Andrade Díaz y Mario Alberto M. Vázquez

La música es una buena selección de Ludovico Einudi, Marin Marais y los créditos finales con toques celtas. Os recomiendo tanto el visionado del corto como la lectura del cuento. A mi no me dejaron frio.

El planeta de las hormigas

El planeta de las hormigas

Aquel planeta estaba habitado por hormigas gigantes con forma humanoide. Les gustaba hacer picnic los soleados días festivos. Sentadas encima de las montañas de la gran cordillera, con sus patas traseras colgando, comían los ricos bocadillos preparados por mama hormiga. “Comes como un cerdo” Increpaba esta a uno de sus retoños que masticaba con la boca abierta dejando caer migajitas de pan y trocitos de queso. Mientras, abajo, hileras de humanos se aprovechaban de esta situación.

Torcuato González Toval

Rabia inspiradora

Rabia inspiradora.

El escritor es retado por el folio blanco como la muerte. Blanco como su inspiración. Como las musas que ahora están flirteando con algún otro poeta. Ellas le prometieron amor eterno pero lo han abandonado. Pensar en ellas y en su traición le hace acelerar su pulso y ritmo cardiaco. Mientras que sus sienes palpitan su corazón empieza a bombear con fuerza, hacia un solo lugar del cuerpo, atravesando el brazo hasta la mano derecha con una velocidad frenética.

Comienzan a trazarse en el papel todas las grafías necesarias para conseguir, por fin, su gran obra maestra.

Torcuato González Toval

La casa de la niña

La casa de la niña.

La Casa de la Niña era una gran mansión envuelta en hiedra y rodeada por un enorme jardín cuyo abandono lo había convertido en bosque. El tiempo borró de las memorias de la gente lo sucedido tras sus muros y el por qué de ese nombre. Lo que si era cierto es que aquel lugar provocaba una curiosidad que rozaba la fascinación. Sobre todo en los más pequeños, cuyas cabecitas se llenaban de posibilidades fantásticas y tenebrosas. Por eso, el grupo de crios aguardaba en uno de los maltrechos bancos de piedra. Hacía horas que por medio de sorteo decidieron quien sería el valiente encargado de entrar en el sitio misterioso. Al anochecer, desesperados, no tuvieron más remedio que regresar a sus casas. Lamentaron tener que dejar allí a la niña.

Torcuato González Toval

Vendaval de micros 2

El Vendaval de micros 2010 ha acabado siendo todo un exitazo. Gracias a la organización perfecta de Pablo Gonz que ha estado subiendo micros recibidos durante dos horas en su correo electrónico. Ha sido un desenfreno total de lectura y comentarios. Me lo he pasado bomba.

La única derrota.

La única derrota.

El viejo abogado tuerto se mantenía impasible durante el tiempo que duraba la partida. Sólo rompía su aspecto de estatua cuando de su boca salía el "Jaque Mate". Siempre así. Sus contrincantes en el club le temían, no por ser un jugador imbatible sino por las continuas burlas y menosprecios a los que sometía a los perdedores. Su conversación tras las contiendas se transformaba en una continua humillación jocosa llena de sarcasmo que rozaba lo insoportable. De madrugada, sentado en su butaca preferida, fumaba una pipa y aún sonreía. Sonreía hasta que recordaba aquel día de su juventud. Ese en el que con su ojo derecho vio al izquierdo salir volando. Juanele el navajas no soportaba que se rieran de él.

Torcuato González Toval

Masanobu Fukuoka

“Enviar estas semillas a África sería de mucha más utilidad que crear industrias para la fabricación de fertilizantes y en vez de utilizar los aviones para lanzar bombas deberíamos utilizarlos para lanzar semillas.

Cualquier científico de primera fila debería saber que la tierra no va a durar mucho más que 50 años y sólo tenemos una solución: SEMBRAR SEMILLAS por toda la superficie de la tierra. Esta es nuestra última oportunidad. Ayuden ahora por favor”

Masanobu Fukuoka

Tiempo de espera.

Tiempo de espera

La cena se enfriaba en la mesa. La mesa se carcomía formando un montón de serrín que voló por la ventana y se coló por otra, en un lugar alejado de la ciudad. Al fin se posó, formando unas palabras sobre las negras sábanas de raso de los amantes: "Vuelve".

Torcuato González Toval

Vendaval de micros.

No os podéis perder este evento único y universal

Pinchad, pinchad.

Fuerte y libre

Fuerte y libre.

No olvides lo que un día viste a lo lejos

Aunque disimulado en el horizonte

Con un intento de camuflaje vaporoso

Allí estaba, lo recuerdas bien

Incluso notaste un conato de comunicación

Era más poderoso que su intento de ocultación

Pero a cada signo, a cada sensación

Alguien gritaba agudamente

Otro chirriaba su tiza contra la pizarra

E incluso intentaron colocar todos los cuadros a un tiempo

Esos ruidos no son importantes

Su información es superflua como la última gota al cerrar el grifo

Lo importante estaba al fin de tu vista

Estaba allí desde antes de cerrar los ojos al nacer

Cuando el útero era el mejor cobijo

Desde esta cueva si tenías claridad

Y aunque, a veces, gritaban fuera

Sabías que tú eres fuerte y libre.

Torcuato González Toval

Último viaje.

Último viaje

Entonces es martes, seguro, por lógica. Hace años que despierto dudando, siempre he de recapitular. Eso es debido a que mi vida se ha vuelto muy monótona. Ayer fue lunes, entonces ya está, hoy me obligan a irme. Me lo dijeron bien claro: “No olvides que el martes es el día”. No soporto a esos tipos y creo que ellos a mi tampoco. Salvo a la chica, la rubita de ojos claros. ¿Es sicóloga? Ella es la única que me escucha crédula y atenta. Para los demás, incluso para el cura, es solo rutina. ¡En fin! Espero que la silla sea cómoda.

Jugando con el destino

Jugando con el destino.

Entonces es martes, seguro, por lógica. Suena el despertador a las siete y trece. Lo lanzó y resquebraja el espejo del fondo. Piso el suelo frío con el pie izquierdo. Las tostadas están ricas aunque se cae el salero. Afuera diluvia y el paraguas está en lo alto del guardarropa ya que en Murcia casi no llueve. Paso por debajo del perigallo y subo para ver la sombrilla abierta. Me cruzo con mi vecino pelirrojo que me enseña el gatico negro que le han regalado. Efectivamente, hoy es martes. ¿Y qué? Dentro de una hora me caso y me voy de crucero.

Torcuato González Toval

Desobediencia.

La mejor solución para el cambiar el mundo es la

Desobediencia

pacífica.

Cenas recalentadas.

¿Cuál os gusta más?

Cenas recalentadas.

La cena se enfriaba en la mesa. Mi madre no escarmentaba y aunque le reiteraba todas las noches que llegaría tarde, ella se empeñaba en esperarme en el sofá, con sueño de papel celofán. Era meter la llave y oír su “cariño, caliéntala en el microondas”. Había días que, con exceso de alcohol, me acostaba sin probar nada, y hasta llegó el momento en que no le hacía ningún caso. Por eso no me extrañó el silencio de aquella noche.

Aperitivo pasional.

La cena se enfriaba en la mesa mientras nuestros gemidos de placer ponían caliente a todo el vecindario.

Enfados.

La cena se enfriaba en la mesa y los gritos quemaban nuestras gargantas.

Torcuato González Toval

Renacer

Renacer

Prisionero de su esfera está, él, ella, todos los seres que la habitan. Solo ven el interior. Unos van vestidos de boutique, otros a la moda juvenil imperante, están también los que intentan transgredir. Nadie va desnudo, ni tan siquiera cuando el calor arrecia. Más que alimentarse, se ceban con comida muerta hasta que la tensión de sus estómagos les hace adormecer. Creen en costumbres en vez de seguir su intuición. Se han creído una mentira, mantenida gracias a sus miedos y a través del tiempo. Pero ha habido un movimiento y la bola rueda pendiente abajo. Por las grietas ya entra el aire fresco.

Torcuato González Toval.

El Secreto

El secreto

-¿Cual es el secreto, maestro?

-El secreto es que no hay nada mejor que saciar el hambre y no hay nada peor que el hambre saciada.

Torcuato González Toval.

Plan infantil

Plan infantil

No dije que lo sabía. Guardé silencio observándolos mientras gritaban, buscándolo por toda la casa. Mi padre dejó esos papeles y miró por los dormitorios mientras mi madre apagaba la tele y revolvía por cocina y baños. Incluso mi hermana dejó de teclear en el chat. Cansado de verlos señalé al pequeño armario zapatero del recibidor. Muy rápido mi madre abrió la puerta y agarró al bebé y automáticamente ambos empezaron a llorar. En cuclillas, mi padre puso su mano en mi hombro y preguntó: “¿Por qué?”. No le contesté pero sonreí. Y después le dije: “¿Jugamos papá?"

Torcuato González Toval

Subcomandante Marcos

""Yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú.""

Subcomandante Marcos