Magnífica ilustración cedida por Fouad Dakhouch
Pinchando su nombre accederéis a su blog.
¿Despertador?
Ese tic tac que escuchamos hace rato pertenece al reloj despertador que está ahí delante, en la acera. Cayó desde aquel balcón y casi me golpea mientras dormía en mi banco favorito. La señora del quinto, salió desnuda y lo lanzó soltando gritos e insultos al viento. No recuerdo haber visto nada igual, y eso que vivo en la calle desde hace mucho. Aunque entendí a la mujer. Un niño sale corriendo y agarra el despertador. Como es normal hago lo que debo. Se lo arrebato y lo destrozo estrellándolo contra la pared. El pequeño estalla en alaridos pero su llanto me suena a verdadera libertad.
Torcuato González Toval
12 comentarios:
Tan corto y consiguió que dejar de oir el tic tac me resultara liberador a mi también. Es como cuando tienes una cantaleta metida en la cabeza, que hasta que no logras quitártela, parece que estás como bajo presión.
Bien hecho.
Deberían estar prohibidos.
Saludos.
hay que tener cuidado con los vecinos... que a la mínima te pillan confianza...
Besicos
muy lindo texto
Saludos, nos vemos
Entiendo como propio tus problemas con el incesante tic tac.
Yo si pudiera haría lo mismo...
Besos brujos
Pues sí, porque el despertador es una de las cadenas que más fuerte nos atan. Muy buen micro :)
NO utilizo despertador más que en contadas ocasiones, me suelo despertar solo.... Pero quizas hubiese que realizar una competición de lanzamiento de despertadores...
Cada despertador destrozado es un sueño salvado. Quizás así haya más microrrelatos para escuchar.
Blogsaludos
Muchas gracias a todos por comentar. Hoy voy mal de tiempo tic, tac, tic, tac...
Un abrazo
Ay, me paso como a Su, yo también sentí alivio cuando tu personaje lo rompió...
Un abrazo lento.
Gracias por comentar estas polvorientas entradas.
Un beso, Relatadamente.
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