Hora de salida
“Son las doce horas, un minuto y quince segundos”.
Escribe en el cuaderno, oyendo la música de tripas que le avisan: Pronto se irá a comer.
“Procedo a catalogar el cadáver”.
Levanta la sábana y se sorprende del tono rosado que aún mantiene la joven piel de la mujer. También le llaman la atención unas franjas brillantes en las mejillas.
“¿Lágrimas?”.
Si. Una brota ahora, y recorre el camino señalado por las otras. Descuelga el teléfono pero no marca. Vuelve a la camilla y con un paño seca las gotitas. Luego cubre el rostro y se va de la sala.
“Son las doce y media”.
Torcuato González Toval
Este microrrelato, participó sin éxito en el concurso Relatos en cadena de la SER de esta semana.
24 comentarios:
Me intriga saber qué es lo que ha pasado en esos casi veintinueve minutos. Lo mismo me pasa con ese teléfono que descuelga...¿Está viva? me quedo en ascuas.
Un beso
Es un micro intrigante que contiene un fogonazo de ternura deslumbrante: el científico enjugando las lágrimas del cadáver. Qué imagen tan fantástica. Además me gusta la estructura circular y ese deambular del texto alrededor de los silencios que construye. Muy buen intento Torcuato.
Un abrazo fuerte y admirado.
El debate que plantea es muy bueno. La hora de salida es la hora de salida pero ¿hasta qué punto es lícito llevarla a rajatabla?
¡Uf! ¡Qué intriga! ¿Está viva? ¿Por qué no utiliza el teléfono? ¿La conoce? ¿Es un obseso de la puntualidad?
Abrazos, Tor.
Te eximiste de la responsabilidad de autor de narrar los detalles del relato, y abriste una caja de Pandora de posibilidades con la media hora de permanencia y luego la estricta hora de salida.
Pero a la vez brillante pues te desentiendes de la interpretación ajena.
Me repongo con un trozo de queso azul con vino.
Un abrazo.
Me asombraste, no se que decir. Yo no le hubiera dado importancia a "mis tripas...", hubiera llamado- creo que la mayoría hubiera llamado-. Eso es lo bueno de escribir; dejar al lector con la boca abierta y pensando : ¡que cruel este tío!...Un beso Verónica.
Me gusta. Habre la puerta a un mundo de posibilidades...
Besos desde el aire
Torcuato, sin duda dejas abierto el enigma. Yo creo que está muerta y que el forense, dentro de su experiencia, sabe que esos síntomas son reflejos habituales. Ya no le sorprenden. O bien es que tiene hambre y explicar ahora que está viva pues le llevaría su tiempo.
Me gustó.
Un abrazo.
Me mataste. Hora: 23:11.....
Saludos muchos, Torcuato.
Esto sí que es un final abierto en toda regla. muuuy bueno Tor, me intrigan los finalistas.
Un saludo indio
Allí ocurrió algo.
Qué será?
Muy bueno, Torcuato. Un final abierto y totalmente intrigante.
Besitos
Un micro con muchas interpretaciones, desde la más sencilla e inhumana en la que el trabajador simplemente se va a su hora "caiga quien caiga" hasta la intriga de qué relación puede existir entre ellos y por qué no avisa de la posibilidad de vida. Este principio de incertidumbre hace del micro una historia excelente, Tor.
Da qué pensar eh??? Me intriga lo que pasa en ese tiempo....
Un beso, Tor.
La hora de salir es la hora de salir. Y eso es sagrado.
¡Que putada Tor!, podías haberla salvado.
Es que la hora de la cañita es sagrada...
Besos, Torcuato.
Tor este no se vale, hoy viernes y me dejas así????
Para colmo ahora voy para un sepelio...
Besos mágicos y buen fin de semana
Me parece un gran micro, Torcuato. Deja mucho trabajo al lector, pero tú has hecho la siembra.
Saludos.
Es que cuando suena la sirena... todos perdemos el cu**.
Un abrazo, Tor.
Me ha gustado mucho y me parece muy original lo de las lágrimas. De los intentos que he leído por los blogs es el que me parece mejor.
Abrazos muy vivos.
Ya tendrás más éxitos Torcuato, tienes muy buenas "micros"... Un abrazo, saludos!
EL almuerzo es sagrado...
Saludos
J.
Buen retrato de la desidia (y atrocidad) de algunos, Torcuato.
Abrazos
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