Comida de domingo.
"Otra vez paella." Me han estado diciendo durante todo el camino, mis hijos y mi mujer. Y tan nervioso me han puesto que casi me estrello con la ambulancia que me ha adelantado. He de reconocer que tienen razón. Se hace pesado comer lo mismo todos los domingos. No hay manera de que mamá haga otra comida. Dice que es en honor a papá. Él adoraba ese plato. Aunque seguramente, también se hubiera hartado de tanto comerlo. Cuando mi hermana nos ha abierto la puerta, su rimmel corrido, me ha dicho que hoy no comeremos paella.
Torcuato González Toval
41 comentarios:
oh!
luego extrañaran esa paella.
SALUDOS!!!
Uff..
No sé si será un mejor o un peor domingo...
Besos
La ambulancia me da mala espina.
Salu2.
Mi madre hizo paella durante muchos años los domingos.
:)
Saludos.
Que fuerte.
Se acabo la paella y la madre.
Jo.
Saludos.
Los domingos y la familia. La rutina rota. La hermana debía acompañar a su madre al hospital y no mantener las apariencias.
Vaya...realmente preferimos la rutina a las sorpresas, porque las sorpresas no son siempre buenas, como en este caso.
Lo que pasa es que nadie o casi nadie se atreve a reconocerlo...
Se volverán locos buscando la receta de paella, para volverla a hacer los domingos "igual que la de mamá" hay costumbres molestas pero que no se puede estar sin ellas.
Abrazos
Me huele mal esta situación, no la paella.
Creo..
Excelente micro. Saludos
Pobre mamá... algo tétrico, ¿no , Torcuato????
En fin, tu mujer y tus niños se salieron con la suya: no comieron paella!!!!
Saludos
Siempre hay algo peor que comer siempre paella. Buena reflexión sobre la relatividad de los problemas.
Abrazos.
oh... Bueno... uno critica cosas que se vuelven banales tras un fallecimiento... Me ocurrió algo similar cuando falleció mi abuelo (hace 2 meses) y a los 3 días murió mi abuela...
sientes que nada tiene sentido y que los problemas son mas simples delo que uno creía...
Saludos.
A veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Nadie hará la paella como ella, seguro!. Saludillos
Paella. Ahora le tocará a él o a la hermana seguir la tradición familiar.
Blogsaludos
que triste... :(
Seguro Escarcha. Suele suceder que se asocian cosas de la vida cotidiana a los seres queridos ya no presentes.
Un beso.
Sin la madre, peor seguro.
Un beso Su.
Cuando lo adelantó pitando...
Un abrazo Dyhego.
Seguro que la recuerdas con cariño Tesa.
Un beso.
Parece que si Toro. Me salió el micro tristecillo.
Un abrazo.
Dr. Krapp. Yo también me pregunto por que se quedó allí.
Un abrazo.
Buen análisis Arkangel.
Un abrazo.
Seguro que ya no se quejan de paella, ni de nada de la madre.
Un abrazo Temujin.
Muchas gracias
Los pretendientes de Ligeia
Un abrazo.
¿Tetrico Ginebra? Me quedo más bien con lo que dice Lola Sanabria.
Un beso a las dos.
No sabes como lo siento HSN, por aquí también ha habido pérdidas ultimamente.
Un fuerte abrazo, amigo.
Seguro Puck.
Un beso.
Sería buena idea Adivin.
Un abrazo.
Mucho Adriana.
Un beso.
Por cierto Adivin. ¿Por qué no puedo acceder a tu perfil?.
Pues no lo sé. A mi también me ocurre con algunos. No tengo ni idea.
Blogsaludos
Sorprendente final, tras un relato sobre la rutina.
Un biquiño y genial, como siempre.
Me he acordado de Hitchcock al leerte, y es que te vas superando día a día, aunque sea un domingo.
Besos
La veo y me da hambre. Amo la paella pero no la como tan seguido. Toda comida cansa. Igual me alegro porque ibas a empezar a tener problemas familiares...jajaja.....Abrazo
http://el-ser-bohemio.blogspot.com/
Gracias mi Carmela.
Un beso.
Me da gusto leer eso Cele.
Un beso.
Es que la paella esta muy rica.
Un abrazo Ser Bohemio.
Y luego qué falta la que les hará la paella del domingo...
Besos brujos
Me gustó, ya veremos ahora quién se encargará de hacer la paella de los domingos.
Un abrazo, Torcuato.
David Figueroa.
Gracias por vuestros comentarios, Annie y David.
Besos
Seguro que vuelven de nuevo a comer paella.
Un abrazo
Seguro Bicefa.
Un abrazo.
Es una bendición tener seres hermosos y aunque a veces algunos rituales sean pesados... Larga vida para las madres.
Las madre son esponjosas como las nubes de tu avatar.
Un abrazo Manuel.
Siempre hay detalles que nos parecen pesados, y que cuando nos faltan, los echamos de menos.
Ahora que veo este último comentario, entiendo tu hiperbreve de nubes y madres :-D
Un abrazo
El micro de las nubes tiene todas las interpretaciones que uno quiere. Yo tengo suerte de que mi mamá es todavía una nube baja a la que puedo tocar.
Un beso.
¿Y si te digo que yo los domingos comía (ya no) cocido castellano?
Pues creo entonces, que te ha llegado el mensaje.
Un abrazo.
¡Que impactante! Y yo que viajaría al fin del mundo por una buena paella.Extraño tanto la que hacía mi padre con toda la perfección debida. Bien, la vida es así.Hay ocasiones en que no valoramos nuestros privilegios.
Eso es lo que intentaba transmitir, Carlos. Gracias por pasarte y comentar estas entradas antiguas, con ello les das vida.
Un abrazo.
Descanse en paz. Snif.
Amén.
Gracias por tu visita, budoson.
Un abrazo.
Triste historia... con lo que me gusta la paella...
Una vez pedí una receta y mirá lo que me contestaron...
http://reinadebuenosaires.blogspot.com/2010/11/ficciones-minimas-paella-cavernicola.html
;)
Leí tu relato en el blog de Clara Varela y me quedé con ganas del final...
Un saludo desde Buenos Aires
Hola reina. Bienvenida. Te espero ver por aquí a menudo.
Un beso.
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