Quemando ataduras
Cuando se prendieron las cortinas de la cocina, mi primer impulso fue intentar apagarlas pero no lo hice. Respiré liberada viendo como ardían esas telas horribles, bordadas por la madre de mi marido. Como siempre, él no se enteró de nada, seguía durmiendo en el jardín.
Cuando el fuego se consumió fui sacando todas las cosas que mi suegra me había ido endosando durante años. Empapé de gasolina la montonera de objetos ante la mirada adormilada de mi esposo.
Tras lanzar la cerilla volví a la casa para ver la hoguera desde allí, pero con la ventana cerrada.
Así me evité escuchar sus desagradables alaridos.
Torcuato González Toval
Segundo de los dos aportes para Relatos en Cadena de la SER. Frase de inicio: Cuando se prendieron las cortinas de la cocina
5 comentarios:
Eso habría que hacer con todos los regalos horribles que una vez nos hicieron, jajajaja.
Pues creo que quemó algo más que enseres... O quizás mi imaginación se ha excedido... Igual está algo calenturienta esta noche.
Un abrazo.
Las difíciles relaciones con la familia política resultas de manera radical.
Difícil quemar recuerdos...
Saludos, Torcuato.
Qué harta tendría que estar XD!
Buen micro.
Besos, Torcuato.
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